lunes

"Después de la caída" de Arthur Miller

Quentin- ¡Hola! ¡Me alegro de volver a verte! Yo estoy muy bien. Espero no haberte incomodado mucho por no avistarte con más tiempo. ¡Buenísimo! En realidad, quería decirte adiós. (Invitado, se sienta. Pausa leve). La verdad es que esta mañana te llamé impulsivamente; tengo que tomar una pequeña decisión. Vos entendés. Uno se preocupa y se preocupa durante meses como temiendo algo; y de pronto lo tiene delante y no sabe qué hacer. (Se decide a empezar; mira afuera.) ¡Ah! (Interrumpido, se vuelve hacia el oyente, con sorpresa.) Dejé la empresa. ¿No te conté por carta? ¡Ah! Hace unos catorce meses; unas semanas después de morir Maggie. (Maggie se agita en la segunda plataforma) Llegué a un punto en que ya no podía concentrarme en los temas judiciales; no como antes. Tuve la sensación de ser esclavo de mi propio éxito. Todo perdió sentido. Aunque a veces me pregunto si no estoy tratando simplemente de destruirme. Bueno, tiré por la borda lo que otros consideran una buena situación… Creo que no gran cosa; sigo viviendo en el hotel, veo poca gente, leo mucho (sonríe), miro por la ventana. No sé por qué sonrío; tal vez me parece que todo terminó y voy a engancharme en algo de nuevo. Aunque antes tuve esa misma sensación y no hice nada. Yo… (De nuevo interrumpido, denota sorpresa). Mamá murió.¡Ah! Ya debe hacer como cuatro… o cinco meses. Sí, de repente. Yo estaba en Alemania entonces y… es una de las cosas de las que… (Aparece Holga en la plataforma superior, buscándolo.) te quería hablar. Ahí… conocí una mujer. (Sonrisita bonachona.) A todo esto, llega esta noche para dar una conferencia en la Universidad de Columbia… Es arqueóloga. No sé con certeza si lo que quiero es desvincularme de ella…, y, sin embargo, es horrible pensar que pueda entregar mi libertad de nuevo. Bueno, sí; pero tené en cuenta lo que fue mi vida. Después de todo, una vida es una evidencia y tengo dos divorcios en mi haber. (Se vuelve a mirar fugazmente a Holga.) Francamente, me da un poco de miedo… Estoy aturdido. No sé qué pensar de mí. Justo la otra noche… En la calle tropecé con una mujer.